“Mujer de arena y mar”   Hoy sumido en los recuerdos vagando por nuestra playa, busco con ansiedad la huella que tú dejaste entre la arena. Inmerso entre torbellinos que agita dulce añoranza, ya se pierde entre las olas los vestigios de esperanza. El viento ondea las hojas en nuestro libro inacabado, mientras leo las vivencias del amor hoy ya olvidado. Eras mujer de arena y mar de hermosas orillas doradas, que vuelas entre las brisas de bellas playas lejanas. entre el sonido del viento y olas de espuma blanca, se diluyen ya los sueños del amor hoy ya truncado... ©R. Santamaría   “La tristeza de la luna” Hoy la luna vaga triste Entre nubes de dolor, Porque el sol aventurero Se ha burlado de su amor. Ya no baña el mar de plata, Guiando al navegante velero, Pues ingrato el sol burlón, La dijo, ¡Ya no te quiero! No alumbrará en la noche Al caminante perdido, Hoy el cruel astro sol De su vida ha salido. Llora su pena la luna, Su llanto ya baña el mar, Desborda de sal las olas Que surgen del lagrimar. No hay consuelo, ni calma, Cambió alegría por tristeza, Ya el dolor dañó su alma Empañando su belleza. Lleva en su cara la luna La amargura de su pena, Doliente como ninguna Soporta su cruel condena. ©R. Santamaría     “La magia del amor”   Llegaron a tus oídos ramilletes de versos, que para ti compusieron como un regalo en armonioso y nostálgico canto. Y florecieron en tu alma, cuando en primavera florecen bellas las flores, en todo su esplendor. Naciste entre el canto dulce de poetas, sintiendo en tus entrañas por ellos tu pasión, y fuiste enredadera de versos contenidos, en rimas de colores, de amores y dolor. Con lágrimas de fuego lloraste los poemas, vibraron tus sentires con toda la emoción, las odas y cantares embelleció tu alma y uniste en un grito tu voz a su canción. Te fundes con poemas y rimas al poeta, caminas entre ellos como buen trovador, y prendes corazones de llamas encendidas abrasando las entrañas, con la magia del amor.   ©Roberto Santamaría "La niña emigrante” ¡No llores niña¡…¡No llores! tu llanto me conmueve mientras de aquí te alejas, por laberintos ocultos entre el silencio y el olvido, que lacera enloquecido. Te alejaste de tus raíces dejando parientes y amigos, mientras el murmullo del rio que bañaba tus infancias, se despedía de los recuerdos perdidos entre tus sentidos. Te reflejaste en el agua plateada de ese rio que un día atrás bañaba, entre risas y gemidos tu bello y menudo cuerpo, que admiraban tus amigos. Hoy que regresas gozosa  a tus orígenes perdidos, aún eres mujer hermosa  mas tus sueños no cumplidos,  y el llanto que se desboca de tu garganta prendido, ya llena de cruel congoja  tu corazón malherido.  ©Roberto Santamaría